Mira qué alegría!! Si hay un período del año en que la conciliación pasa a ser la protagonista de la vida de una madre trabajadora, ese es el verano... qué alegría, qué alboroto... los niños de vacaciones y tú que no sabes dónde metértelos, y que además te va a salir el verano por un pico, porque hay unos pocos que hacen el agosto a costa de lo conciliada que está nuestra vida. Y digo yo, ¿no pueden quedar los colegios abiertos con otro tipo de actividades sin que tengas que pedir una segunda hipoteca? O ya que estamos, que saquen una ley que permita a las madres (o algún padre, pero seamos sinceros, este problema, como tantos se les cae en la cabeza a las madres) cogerse un mes sin sueldo en verano, a mi concretamente me saldría más barato.
Porque a mi el tema abuelo-esclavo no me va, me gusta que mis padres tengan ganas de nietos, y no estén locos por perderlos de vista, mis hijos son míos, y mi vida también; y no puedo estructurarla desorganizando la de los demás. A ver por dónde salimos.
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