TAREAS VERANIEGAS

Este verano mi hijo pequeño se ha estrenado con las tareas veraniegas. Teniendo en cuanta que ha terminado segundo de Infantil. o sea, "cuatro años", no deja de tener su aquel. No es que tenga que matarse, precisamente, pero la lectura diaria y las fichas nos traen pro la calle de la amargura. A las alturas de verano que estamos, no ha habido un sólo día en que no hayamos tenido pelotera por las tareas.Y eso que su hermana se sienta diariamente a hacer sus tareas de tercero de primaria, que, evidentemente, son algo más "densas". 

Lo ha intentado todo: la rabieta, el chantaje emocional, la súplica... y lo mejor es el momento en que se pone razonable; pero no porque acceda a ponerse a hacer tareas, sino por las razones que arguye para no trabajar.

El no necesita recordar y reforzar lo aprendido en el curso, porque a él "no se le olvida nada!!". No necesita aprender a leer ni escribir mejor, porque él ya sabe "prefertamente". Y sobre todo, no tiene que trabajar en vacaciones, porque "las vacaciones son para descansar, y no se hassen tareas!!" Y cómo sabe eso él? "Porque me lo ha dicho Dios!!! Y él manda más que tú!!!"

Así que como tiene licencia divina, no hay manera de sentarlo a hacer fichas, y estamos pasando un calvario de amenazas mutuas y constantes chantajes.... hasta ayer. Aparece por la cocina, y dice, "quiero ver una peli....y como no me dejas ver pelis hasta que no haga las tareas, dame las tareas, que las voy a hacer." Tres minutos tardó en las dos páginas.