sábado, 24 de julio de 2010

VACACIONES SANTILLANA


El veranito este va a acabar conmigo. Esto de ser madre soltera, aunque sea por unos días, unido a no ir a trabajar; me puede. Vamos a ver, que yo a mis hijos los adoro, que hablo mucho con ellos, me río mucho con sus ocurrencias, les pego unos cuantos gritos al día y me acompañan mucho. Pero esto de estar en casa metida, de la casa a la piscina y de la piscina a casa, con incursiones al súper, al carrefour, al pediatra y a los contenedores de basura, pues es un poco rollo, por hablar ligeramente.



Piensas en sitios que ver, cosas que hacer, pero ni siquiera me da tiempo de bajar a la piscina por la mañana la mitad de los días, porque si queremos bajar por la tarde hay que dejar la casa medio habitable sí o sí. Y no soy yo maniática de la limpieza, de estas que no pueden vivir sin verse la cara en los azulejos; pero entre que haces camas, recoges cocina, pones y quitas lavavajillas y lavadora, tiendes, planchas, piensas y ejecutas la comida.... pues se te ha echado la mañana encima. Y ese cajón que quieres ordenar se queda tal cual, la ropa que hay que darle un cosidito sigue en el mismo montón, la basura por bajar porque los señores marqueses que tengo por hijos no ven el momento de acompañarme y no los puedo dejar solos.... en fin, que es muy reconfortante el día completo. Además tú vas colocando por aquí y ellos descolocando por allá. Friegas este suelo y al otro se le escapa el pipí o te tira un petit de "bebé" cinco minutos después. Eso sin tener en cuenta las veces que paras para dar agua, bajar un juguete, echar una bronca, recoger del suelo, acompañar al baño, ver que la mayor NO está haciendo las dichosas tareas...



Una ordinaria, me estoy volviendo. Pego unas voces que no sé de donde me salen, a mi, que hablo en un tono en que la mitad de la población no alcanza a oirme... Pero a ver, primero mi hijo querido se caga en los calzones. En el proceso de limpiarlo suena el teléfono y se larga sin haberlo vestido. Cuelgas y vuelves, y te encuentras la huella del crimen por todo el cuarto, éstilo rebaño de cabras, teniendo que sacar bolillas que han rodado hasta debajo de la cama. Le dejas vivir, en un arrebato de amor materno, y a los cinco minutos, como está viendo Bob Esponja, se le va el santo al cielo y se hace un pipí que te deja el salón como el lago Victoria. Lo friegas, le maldices, te cabreas, le cambias otra vez, y te vas a hacer la comida.  Con la sartén llena de aceite te llama Mamáaaaa..... ay, ay, lo que hesho, peddon, ha shido shin queré.... pues sí, te ha echado un zumo enterito entre el sofá y el suelo del salón, donde queda para siempre registrada la huella del derrame...

Pues eso, que con mantenerlos bajo mi custodia, me he ganado el cielo. Mientras, aparece la otra, que es la BUENA. -Qué vamos a comer?? - Comida!! - Pero cuál? - de la que se come!! - Ay mamá, jooo... pero qué comemos??? En este punto da igual que sea la comida que más ama en la tierra, por ejemplo: filetes con patatas fritas. - pero a mi las patatas cortadas así no me gustan!!! Lo que te pide realmente el cuerpo es echarle las patatas, la carne y el yogur de postre todo junto por la cabeza, pero qué remedio?? Te contienes. Como mucho, los amenazas a los dos, da igual que el otro en ese momento no sepa de qué va el tema, con mandarlos internos a Campillos... ese era el sitio más terrible donde podían mandarte cuando yo era chica. A ellos les hace poca mella, la verdad.

En fin... que se pasan los días con un jolgorio... A ver, para qué les dan a los niños casi tres meses de vacaciones?? Es absurdo, con un mes van que se matan, como todo el mundo. Que me dejen de historias de que los maestros se pasan el mes de Julio trabajando como esclavos, porque en mi casa viven unos pocos, y tengo algún que otro en la familia, y el 5 de Julio como muy tarde están en la piscina en sesión contínua, y los que no están es porque se han mudado a la costa hasta el mes de septiembre. Y de verdad que los niños se aburren muchísimo, por más que te esfuerces, a pesar de la piscina, de los columpios,  y de lo que sea.

Recuerdo los veranos de cuando yo era pequeña, y mira que los tuve de privilegio, y llegaba un momento es que estabas loca perdida porque empezase el colegio. Yo tenía piscina y jardín en casa; playa todo el mes de Julio, más tarde mitad campamento de verano y luego playa, y pueblo de la Abuela todo el mes de Agosto, con todos los inventos de mi Abuela para que pasáramos un buen verano. Lo pienso ahora y parece una novela de Isabel Allende... mis niños no tienen esta novela. Porque aún son pequeños, porque ya lo de irse un mes a la playa es como de otro planeta, porque estamos en plena crisis y la cosa no da para mucho... Otros veranos, como han tenido que ir al cole o diversas actividades por necesidad (y dejándonos una buena pasta, claro), ha sido todo distinto, disfrutaban de estar en casa, de sus cosas y sus juguetes... pero éste, está siendo muuy largo. Y ahora que papá está de viaje, mucho más. Menos mal que mañana acabamos con la soltería...

Todavia queda verano, a ver si vemos la playa, aunque sea un rato. Y si no, iremos al Aquapark.


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